Consejos ayurvédicos para mantener el equilibrio en invierno
Con la llegada del invierno, es importante prestar atención a nuestro bienestar físico, mental, emocional y espiritual. ¿Nos sentimos en equilibrio o desequilibrados? ¿Tenemos la piel y el cabello secos, nos duelen las articulaciones y sentimos frío constantemente? ¿Hay un aumento en la secreción de mucosidad, sensación de pesadez, estancamiento, antojos de dulces o insomnio? Estas son solo algunas señales de que podríamos estar desequilibrados.
El invierno se caracteriza por el frío, la humedad, la fluidez, la nubosidad, la pesadez… y, a veces, la sequedad y el viento. Estas cualidades pueden agravar y provocar desequilibrios en nuestro cuerpo, mente, emociones y espíritu. El invierno permite que la energía de la tierra se retraiga y permanezca latente. Y aunque no seamos osos, esta es la estación de la hibernación. El invierno nos invita a dedicar más tiempo al descanso, la preparación, la conexión con la tierra, la quietud y la tranquilidad.
Dado que nuestra naturaleza nos impulsa a estar en sintonía con la naturaleza, las características del invierno no solo pueden desequilibrarnos, sino que también pueden propiciarnos el descanso, la reflexión, la introspección, la visualización, el desarrollo de un ritmo más pausado y relajado, y la recuperación de nuestra energía. Ser conscientes de nuestras actividades, de lo que hacemos, vemos, oímos, comemos, dormimos, tocamos y sentimos, puede indicarnos, mediante nuestra intuición y sentido común, maneras de recuperar el equilibrio.
Dentro de la práctica del Ayurveda, existen rutinas estacionales que nos guían hacia el equilibrio. Aquí hay algunas: Consume alimentos frescos, enteros, calientes, cocinados y ligeramente aceitados, con abundantes especias y hierbas. Las sopas, los guisos, las verduras al vapor y las gachas son excelentes opciones. Utiliza tubérculos de temporada, arroz, cebada y aceites orgánicos saludables como el de oliva, el ghee y el aguacate, entre otros. Haz del almuerzo tu comida principal y reduce el picoteo entre horas.
Evite los alimentos fríos, crudos, las ensaladas y las bebidas frías.
Toma uno o dos vasos de agua tibia en ayunas. Si quieres, puedes añadir un poco de limón o miel. Bebe pequeños sorbos de agua tibia durante el día, entre comidas.
¡Abrígate bien! Sobre todo con bufandas y gorros. Por la mañana, date un masaje con aceite de sésamo orgánico tibio. Después, dúchate. Esto protege tu piel como una barrera, nutre la piel seca, alivia las articulaciones rígidas y doloridas, y te ayuda a sentirte enraizado. Dedica tiempo por la mañana y por la noche a momentos de tranquilidad, meditación, escritura en un diario y otras actividades reparadoras.
Apaga la televisión y los dispositivos electrónicos una o dos horas antes de acostarte. Acuéstate antes de las 10 de la noche y levántate a las 7 de la mañana como muy tarde. Mantén tu rutina constante. Sal al aire libre siempre que puedas (¡sobre todo si hace sol!) y muévete. Practica yoga moderado y vigorizante, camina o realiza otras formas de ejercicio por la mañana para entrar en calor.
¡Viste telas brillantes y coloridas, ríe, sé alegre, cultiva un sentido de propósito y comparte amor!
Publicado originalmente por Au Soleil Healing
Etiquetas: Ayurveda