¿A quién no le gusta un postre de piña de vez en cuando? A mí sí, y la razón es el exquisito sabor de esta fruta, que no solo es distintivo, sino también maravillosamente revitalizante e indudablemente saludable.
La piña, o Ananas comosus en terminología botánica, pertenece a la familia de las bromelias. Se originó en Sudamérica y posteriormente se extendió a otras partes del mundo. Al igual que los tomates, pronto comenzó a ser transportada por los marineros en sus largas travesías marítimas como parte de sus provisiones de vitamina C.
Sinónimos
- Nombre en hindi: Ananas
- Nombre en inglés: chirimoya, piña
- Nombre en sánscrito: Anasa
Morfología vegetal
La piña es una planta perenne con un tallo grueso y robusto, bastante resistente. Sus hojas, grandes y de pecíolo grueso, son cerosas y se disponen a varios metros de distancia entre sí. Entre marzo y junio, produce numerosos frutos largos y alargados.
Se trata de una fruta compleja, con un jugo pulposo y un núcleo fibroso. Su peso oscila entre medio y cuatro kilos, y el color de la pulpa puede variar entre rojo, amarillo, rojizo y amarillo anaranjado.
Usos prácticos
Una planta que puede ayudarte a incluir una dosis regular de fibra beneficiosa en tu dieta es la piña. El cuerpo necesita esta fibra a diario para eliminar correctamente los desechos de los intestinos y regular el tránsito intestinal.
Las personas que no consumen suficiente fibra en su dieta frecuentemente experimentan estreñimiento, indigestión e hinchazón.
La piña es una de las numerosas frutas que favorecen la salud intestinal, y es lo suficientemente deliciosa como para consumirla con regularidad por diversas razones.
La piña es rica en bromelina, una enzima que descompone las proteínas de forma saludable. Actúa como un potente antioxidante y ayuda al cuerpo a eliminar los radicales libres, previniendo así la aparición del cáncer y otros problemas de salud graves.
Es rica en vitaminas como las del complejo B, A, C, E y otras necesarias para la vitalidad del organismo. Otros micronutrientes esenciales que contiene esta fruta son la tiamina, la piridoxina, el potasio y el manganeso.
Al pelar la piña, tenga cuidado de no tragar demasiado del corazón fibroso y duro. Esto se debe a que, si la fruta está solo parcialmente madura, el corazón puede ser muy duro y el cuerpo podría no metabolizarlo, lo que provocaría que se atasque en el intestino y cause problemas graves como una obstrucción intestinal.
En este caso, elegir zumo de fruta recién exprimido es una decisión acertada.
Las personas con diabetes pueden consumir piña sin problema debido a su bajo contenido calórico y su dulzor inocuo. Sin embargo, es fundamental controlar la cantidad de piña que se ingiere a diario.
Su alto contenido en vitamina A lo hace excelente para la piel y los ojos.
En lo que respecta al control de la fertilidad, la piña es una planta bastante saludable. Su abundancia en vitaminas y minerales fortalece los sistemas reproductivos de ambos sexos.
Además, regula el hambre y favorece la digestión, reduciendo así la indigestión y la anorexia. Como es sabido, el ama está relacionado con la indigestión y constituye un importante caldo de cultivo para el desarrollo de enfermedades peligrosas.
La piña puede ayudar a mantener concentraciones adecuadas de plasma sanguíneo y prevenir problemas derivados de la coagulación, lo cual es especialmente beneficioso para pacientes con varices y otras enfermedades que requieren el uso de anticoagulantes. La bromelina es la principal enzima que ayuda tanto a prevenir la coagulación como a disolver rápidamente los coágulos ya formados.
Debido a su alto contenido en manganeso, las piñas pueden ayudar al desarrollo de huesos y músculos fuertes, así como a aliviar el dolor y el cansancio provocados por una carga de trabajo pesada o una fatiga prolongada.
Además, contribuye al mantenimiento de un sistema inmunitario fuerte y saludable. En este caso, uno de los ingredientes clave de la piña es la vitamina C, que ayuda a defender el organismo contra enfermedades graves como el cáncer, así como contra infecciones leves como el resfriado común y la tos.
