The Practice Of Contentment
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La práctica de la satisfacción

Hay pocas verdades que puedan inspirarnos o aterrarnos profundamente, y una de ellas es la simple afirmación de que "Todo cambia". Cuando atravesamos una situación incómoda, saber que el cambio constante es inevitable nos da el valor y la esperanza para superar la tormenta más difícil. Sin embargo, cuando disfrutamos de la vida, la mera idea de que cambie de alguna manera o incluso que desaparezca por completo puede ser aterradora. Dedicamos nuestro tiempo a intentar recrear, o evitar recrear, el pasado. Nos preocupamos por, o esperamos con ansiedad, lo que nos depara el futuro. Sin embargo, sabemos que ni el pasado ni el futuro existen realmente. Lo que tenemos es solo el momento presente y nuestros pensamientos sobre el pasado y el futuro. Desafortunadamente, nuestro cerebro no siempre distingue entre una experiencia real y lo que imaginamos. Así, cuando pasamos el tiempo, por ejemplo, preocupados porque nunca superaremos una situación difícil o porque una experiencia maravillosa inevitablemente terminará, creamos sufrimiento autoinfligido, además de las numerosas manifestaciones físicas del estrés que aparecen en el cuerpo.

Una forma de superar este sufrimiento es mediante la práctica de la satisfacción. Al aceptar nuestra vida tal como es en el momento presente, podemos experimentar una sensación de paz interior, independientemente de las circunstancias externas que enfrentemos. La satisfacción no significa que debamos aprobar las dificultades que experimentamos. En última instancia, podemos decidir actuar para influir en los cambios de la vida o presenciar aquellos que escapan a nuestro control. Sin embargo, la satisfacción nos reta a aceptar la realidad de nuestra situación actual con valentía, compasión y, a veces, incluso gratitud. Implementar este estado mental, como cualquier hábito, requiere tiempo y práctica. Ten paciencia contigo mismo cuando lo olvides y reconoce esos momentos en los que lo recuerdes, observando cómo se siente cada uno en tu cuerpo y mente. Si practicas yoga o meditación con regularidad, este puede ser un excelente momento para incorporar la satisfacción. Observa con qué frecuencia tendemos a juzgar, etiquetar o aferrarnos a la idea de que algún aspecto de ti o de tu experiencia debe ser diferente de lo que realmente es. Físicamente, o incluso emocionalmente, puedes notar una sensación de malestar seguida de un pensamiento estresante. Ahora observa qué sucede cuando empiezas a practicar la aceptación compasiva. Quizás comiences a notar una sensación de paz al ver los distintos aspectos de tu vida tal como son, sin la necesidad de cambiarlos ni la preocupación de que cambien. Simplemente acepta lo que es y observa cómo crece tu felicidad. La satisfacción es un camino que requiere práctica, así que date tiempo para adaptarte a esta nueva forma de experimentar la vida… por ahora, tal como es.

Yoga

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